PSICÓLOGO PARA ADOLESCENTES EN BURGOS

Nadie conoce mejor a los hijos que sus padres. Puede que haya partes de ella o de él que no comparta con nosotras. Pero sabemos cuando están bien y cuando no. Algo en nuestro interior nos lo dice con mucha claridad. Es importante tener en cuenta que no tienen por qué tener la capacidad de pedir ayuda y por ello a veces somos nosotras quien debemos dar el primer paso adelante.


Soy consciente de lo difícil que es confiar la vulnerabilidad de una hija o un hijo en otra persona y es desde ahí que cuido estos procesos. En mi manera de trabajar incluyo a los padres, si el proceso lo requiere. Pero siempre y en todo momento podremos tener comunicación de cómo se encuentra. Guardando la intimidad de todo lo que me comparta en la sesión.


Hay ciertas razones que nos pueden llevar a buscar ayuda en la adolescencia, como los problemas para relacionar con los iguales, altos niveles de exigencia, la depresión y la ansiedad, el consumo de sustancias, los problemas de autoestima, las dificultades en los estudios, los problemas de comportamiento, la desorientación profesional, el género, la sexualidad y la orientación sexual, etc.


Crecer y madurar no es un proceso fácil y lo sabemos de primera mano. Es un camino lleno de miedos, dudas e inseguridades. Llevar a mi hija/o adolescente al psicólogo no es un acto de sobreprotección o de intrusismo, es brindarles la ayuda que les facilitara su proceso de desarrollo y que tendrá beneficios a lo largo de toda su vida adulta. Quien de nosotras no hubiese agradecido una ayudita en esos momentos, si echas la vista atrás seguro que aparece algún momento donde te hubiese venido bien.

Foto de un adolescente invisible que solo se ve su reflejo