PSICÓLOGO ESPECIALISTA EN ESTADOS DE ANSIEDAD EN BURGOS

Quien experimenta un estado de ansiedad identificara la sensación de que nuestro cuerpo y nuestra mente están constantemente en alerta para pillar lo antes posible aquello que nos va a hacer tanto mal. Como si en cada movimiento nuestra vida estuviese en peligro y claro, ahí hay mucho en juego.

Junto a la depresión, son los problemas más extendidos, los más comunes, los que quien más o quien menos se ha acercado a ellos alguna vez. Si con el estado depresivo miramos constantemente atrás, con la ansiedad la mirada está puesta en el futuro. Y a todo lo que nos ahoga, tanto que aún nos queda por hacer por ahí delante. Tanto que sentimos como nos paraliza esa carga, esa anticipación. Como se nos mete en la cabeza un pensamiento intrusivo y no podemos dejar de darle vueltas. Como si hubiésemos encendido un proceso y no tenemos manera de apagarlo.

Hombre agachado sufriendo en una estación
Tela a punto de romperse de la tensión

Puede ser tan intenso que llegamos a vivir crisis de ansiedad o ataques de pánico, con el miedo y la angustia que se producen viviendo estos momentos. O que el repetir ciertas conductas nos calman (TOC), o evitar ciertas situaciones nos dan tranquilidad (fobias).

Podemos experimentar un exceso de planificación y una necesidad de control, una dificultad para concentrarse, sensaciones de angustia en el cuerpo (estomago, pecho o garganta), una anticipación de situaciones catastróficas o negativas, dolores y enfermedades psicosomáticas, nerviosismo y sensación de aceleración constante, alteración en el apetito, en la sexualidad, problemas para conciliar el sueño, etc.

La ansiedad y todas estas cosas que podemos vivir, nos está señalando a gritos algo. Algo en nuestro interior está ocurriendo por lo que estamos en una constante alerta. El trabajo es escuchar y encontrar que es. Es aquí donde pedir ayuda, puede ser el comienzo del camino a dejar este estado atrás y comenzar a tener una mayor libertad en la vida.